
Noni y su mejor amigo Spike con la enfermera navegante Maureen.
Beneficiario de la subvención: Noni
Diagnóstico: : Cáncer de mama en estadio III (diagnosticado el 15/12)
Tratamiento: Cirugía, quimioterapia, radiación, reconstrucción.
Subvención utilizada para: Pago automático, seguro de automóvil, comestibles
Una vida difícil y luego el cáncer
Para Noni, la vida ha sido una lucha desde hace mucho tiempo. A principios de sus 20 años, Noni sufrió dolores de espalda crónicos y fibromialgia tan graves que se vio obligada a solicitar una incapacidad permanente. La pérdida de su salud y su autonomía le provocó graves episodios de depresión. A lo largo de todos estos importantes desafíos, Noni logró encontrar pequeños rayos de felicidad. Aprendió a estirar sus pequeños pagos mensuales por incapacidad para poder permitirse un apartamento sencillo y encontró el amor incondicional de su perro.
Era una vida, y Noni la estaba haciendo funcionar... hasta que el cáncer llamó a su puerta.
Dos golpes devastadores
A finales de diciembre de 2015, Noni descubrió que tenía cáncer de mama en etapa III. Su equipo médico actuó con rapidez. Se sometió a una mastectomía bilateral y reconstrucción y ahora está programada para recibir radioterapia. Sus médicos quieren que también considere la quimioterapia, pero el frágil estado emocional de Noni la ha dejado con la incertidumbre de si podrá soportar los agotadores tratamientos de quimioterapia. Esto se debe a que, aunque Noni agregó el cáncer a su lista de problemas de salud, su vida financiera cuidadosamente equilibrada también se estaba desmoronando bajo sus pies. En enero de este año, recibió un aviso de que sus beneficios por discapacidad se reducirían en 31%. La diferencia era solo de unos pocos cientos de dólares, pero para alguien como Noni, que siempre vivía al borde de la estabilidad financiera, esta reducción fue más que suficiente para sumir su mundo en el caos.
Perdiendo su independencia
Noni nunca tuvo mucho, pero estaba orgullosa de ese pequeño apartamento. Cuando sus beneficios se redujeron drásticamente y los gastos médicos se acumularon, se vio obligada a mudarse a casa de una amiga. Sin familia ni ahorros, tuvo que aceptar donaciones de alimentos y ayuda para el transporte de su pequeña red de amigos.
Noni nos cuenta: “La suma del cáncer me ha hecho perder mi independencia y me cuesta llegar a fin de mes”. Sus mayores desafíos son encontrar dinero para pagar los pagos del auto y la gasolina para poder seguir yendo a sus tratamientos.
En SOPFCA nos alegramos de poder darle a Noni buenas noticias en un año tan complicado para ella. Con el apoyo de nuestros amigos de SITE, pudimos brindarle una subvención ampliada que la ayudó a pagar el seguro del automóvil, ponerse al día con el pago de la gasolina y comprar alimentos. Esperamos que, con menos preocupaciones, Noni se sienta lo suficientemente fuerte emocionalmente para aceptar la recomendación de su médico y someterse a quimioterapia cuando llegue el momento.