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Beneficiario de la subvención: María

“María ha sido una mujer trabajadora que sólo quiere cuidar de sus hijos y tener un techo sobre sus cabezas”. – Enfermera navegadora de María en el Sharp Outpatient Pavilion Cancer Institute

Diagnóstico: Cáncer de mama en estadio III (diagnosticado en septiembre de 2009)

Tratamiento: Mastectomía, extirpación de ganglios linfáticos, quimioterapia.

Subvención utilizada para: Facturas de servicios públicos, facturas de comunicaciones, comestibles.

María es una madre trabajadora de seis hijos

Antes de que le diagnosticaran cáncer en 2009, María trabajaba mucho limpiando casas y cuidando a sus seis hijos junto con su marido. Juntos, sus ingresos apenas alcanzaban para cubrir los gastos. El cáncer volvió en 2013, esta vez más agresivo que nunca.

María pierde un pecho…y el cariño de su marido

Como resultado, María tuvo que someterse a una mastectomía parcial y a la extirpación de ganglios linfáticos (linfadenectomía). María notó que la actitud de su esposo hacia ella cambió después de que perdió su seno izquierdo. “Él perdió sus sentimientos hacia mí, porque perdí mi seno”, nos dijo María.

Otra recaída…

En 2015, el cáncer de María volvió a aparecer, esta vez en etapa IIIC. Se sometió a otro régimen de quimioterapia. El tratamiento la dejó con una fatiga tan severa que ya no podía trabajar. También sufrió linfedema, una hinchazón dolorosa de las extremidades, que es común después de la extirpación de los ganglios linfáticos. Esta ronda de cáncer también le supuso una carga más que soportar. Después de 23 años de matrimonio, su marido la abandonó a ella y a su familia, dejándola a cargo de sus hijos, incluida una hija con necesidades especiales.

María nos cuenta: “Me dijo que estaba cansado de vivir su vida con alguien a quien ya no ama”.

Sin su marido, María no tiene ingresos y las facturas se acumulan rápidamente.

No hay suficiente dinero para los regalos de cumpleaños…

“A veces mis hijos me preguntan si les haré algo especial para su cumpleaños”, nos escribió María en su solicitud de subvención. “Hace tres años que no puedo darles eso”.

Además, no ha podido comprar material y uniformes para que sus hijos puedan practicar deportes en su escuela. Nos cuenta que sus hijas gemelas desearían poder jugar al rugby, un hijo quiere jugar al fútbol y su hijo menor, de nueve años, le ha rogado que le dejen jugar al béisbol.

María está buscando la manutención de su esposo y actualmente lucha por mantener a su familia a flote incluso mientras termina su tratamiento.

Una subvención de SOPFCA hace una gran diferencia en la vida de María

Con la ayuda de nuestros donantes, pudimos proporcionarle a María una subvención para ayudarla a cubrir algunas de sus facturas y aliviar parte de su angustia financiera. Esperamos que esta madre de 46 años se recupere rápidamente de sus tratamientos y que pronto comience a recibir el apoyo financiero de su esposo que ella y sus hijos merecen.