Beneficiario de la subvención: Christiana

Serenity Kisling #2

La ayuda que recibí de Shades of Pink California literalmente mantuvo mi cabeza cubierta de techo.

Serenity Kisling #2ribbon-cutoutDiagnóstico: Cáncer de mama en estadio II

Tratamiento: Quimioterapia, Cirugía, Radioterapia

Subvención utilizada para: Alojamiento

 

Un diagnóstico de cáncer de mama…y luego neumonía

El diagnóstico de cáncer de mama es bastante malo por sí solo, pero el cáncer fue solo el comienzo de los problemas de salud de Christiana. Debilitada por la quimioterapia, Christiana desarrolló una neumonía que se volvió séptica. La mujer de 62 años se encontró en la UCI durante diez días con intubación y asistencia pulmonar. Christiana recuerda: "La neumonía me dejó al borde de la muerte y me recuperé lentamente".

Quebrado, abrumado y sin hogar

Después de que rescataran a Christiana del abismo, todavía estaba demasiado débil para volver a casa. En cambio, se recuperó lentamente en un asilo de ancianos. No es de extrañar que Christiana no pudiera trabajar y las facturas se acumularan. Cuando le dieron el alta del asilo, lo único que le esperaba era una cirugía de mama y seis semanas de radiación.

“Me sentí muy perdida”, recuerda Christiana. “Había estado alejada de mi vida tal como la conocía durante más de cuatro meses. Estaba arruinada, abrumada y sin hogar”.

Christiana se recupera

Christiana estaba en una mala situación, viviendo con una amiga que sólo podía ofrecerle alojamiento durante un mes. No tenía trabajo, ni dinero y pocas esperanzas. Entonces, su suerte finalmente empezó a cambiar. Una subvención de Shades of Pink, California, le permitió a Christiana mudarse a su propia casa y pagar el alquiler durante dos meses. Ese tiempo le dio el respiro que necesitaba para empezar a buscar trabajo y pudo encontrar un trabajo a tiempo parcial. Christiana nos cuenta que cuando se acabó el dinero de la subvención, había ganado lo suficiente para cubrir el alquiler con sus propios cheques de pago. “Estoy profundamente agradecida por ayudarme a mantenerme a flote el tiempo suficiente para volver a ponerme de pie”, nos escribió en una carta de seguimiento. “Sin su ayuda cuando me la brindaron, me estremezco al pensar qué habría sido de mí”.

La historia de Christiana realmente nos conmovió y su experiencia demuestra que una mano amiga brindada en el momento adecuado puede marcar una diferencia monumental en la vida de otra persona. Fue solo con la ayuda de nuestros maravillosos donantes que pudimos marcar una diferencia tan positiva en la vida de Christiana cuando ella lo necesitaba.